La vanguardia cinematográfica del cine independiente inició en el siglo XX. ‘‘Los cineastas decidieron hacer sus propios trabajos fuera de las garras de la industria comercial entonces hubo una corriente independiente’’ cuenta Manel Dalmau guionista y documentalista perteneciente al equipo de Otraparte en Medellín.
Por Camila Barajas Salej Hoy, con la masificación del uso de internet, los realizadores audiovisuales encontraron un espacio con múltiples posibilidades de difusión para sus producciones. Inicialmente las más usadas eran YouTube y Vimeo, esta última creada con la intención de almacenar producciones propias en alta definición. Luego los blogs acogieron dichas plataformas hasta que aparecieron otras con la posibilidad de ver y descargar videos. Entre ellas están las que se ‘especializaron’ en almacenar cine tanto comercial como independiente. Mauricio Laurens, crítico de cine, señala tres clases de cine independiente: el de independencia comercial o industrial, el de independencia del Estado y el de independencia política por eso afirma, ‘‘El cine independiente no se somete a ningún parámetro, ni a los esquemas, ni a las modas; es realmente creativo, propone cosas distintas y rompe convenciones’’.
El 11 de mayo de 2012 el Ministerio de Cultura le dió a conocer a los colombianos la Ley de Cine, cuyos objetivos son facilitar la producción de películas en territorio colombiano y contribuir a convertir gradualmente a la industria del cine en una industria sostenible. Dicho Ministerio define una sala de teatro alterna como aquella con propósitos culturales, artísticos o educativos, explícitos o implícitos. Mauricio Laurens, crítico de cine, recalca que dicha ley no se refiere a los auditorios de las universidades, ni a los teatros de los colegios o de las coperativas sino a las salas abiertas al público con boletería y a las producciones en 35mm o digitales. En Bogotá hay dos distribuidoras independientes: Babilla Cine y Cineplex.
Juan David Cano, egresado de Cine y Televisión de la Universidad Nacional, dice que a pesar de que la Ley del Cine promociona y financia producciones no convencionales sigue siendo bajo el mismo esquema: cine para salas de teatro: ‘‘Uno consume el cine de otra manera, en redes sociales, a través de otros mecanismos móviles, en la casa, en tu computador’’. Plataformas web como Cuevana, Netflix y Voddler son sitios cuya propuesta es proveer películas de todos géneros sin costo o a bajos costos con posibilidades de pago online.
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Espacio donde realizadores e interesados del cine independiente pueden publicar y encontrar producciones |
El director de Los viajes del viento, Ciro Guerra, dice que el cine independiente colombiano es accesible aunque hagan falta más espacios para su difusión. Menciona la Cinemateca Distrital, la Sala Fundadores, la Cinemateca del Caribe y el Centro Colombo Americano como ejemplos de lugares donde se puede encontrar esta clase de cine.
Por otro lado, su producción La sombra del caminante está expuesta en la página colombiana indyon.tv, inaugurada oficialmente en septiembre de 2012. Dicha plataforma cuenta aproximadamente con 3.000 suscriptores y más de 50 obras publicadas, entre largometrajes y cortometrajes de ficción, documentales y videoarte. Los cuales pueden ser alquilados por 48 horas en precios que oscilan entre los mil y cinco mil pesos colombianos.
INDYON.TV
utiliza un contrato de licencia de exhibición, donde no se negocian los derechos de la película, sino que únicamente se legaliza el contrato donde por cada reproducción se le da un porcentaje al productor y éste da el precio de la obra en la plataforma. No se exige exclusividad, pero para las obras con costo se requiere que no esté publicada en ninguna plataforma de distribución gratuita.
La forma de difundir y consumir producciones audiovisuales está cambiando, la aparición de espacios de socialización en distintas plataformas web y redes sociales se ha vuelto una constante; el cine independiente ha encontrado otros espacios para darse a conocer.
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