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Integrantes de Pendragon en el Taller Medieval |
Nos aguantamos que nos digan que venimos de la Biblia o que nos sacaron de Narnia, de alguna forma estamos tratando de cambiar la mentalidad de la gente.
Por: Juliana Blanco
“Nosotros no buscamos sentirnos europeos, no es nuestro ideal, si pudiera recurrir al termino caballero sudaca, que sería más representativo, no es a lo que me refiero…”, asegura Francisco Mejía, integrante del grupo Pendragon. Este equipo consta de 25 integrantes que buscan hacer una reconstrucción histórica de la Edad Media. Tienen entre 17 y 30 años, el amor por la historia y la curiosidad por diferentes culturas son el eje central que los une cada semana en el barrio Álamos, al norte de Bogotá en el "Taller Medieval”. Las actividades van desde la talabartería y carpintería hasta tejer cotas de malla y martillar acero. “La idea es hacer todo lo más medieval posible, queremos llegar a poder hacer todo nosotros mismos”.
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Foto tomada de Facebook/Pendragon |
El grupo está dividido en cuatro casas: La Casa del Dragón que planea los combates, las técnicas y el entrenamiento físico. La Casa del Cuervo maneja los temas de manufactura y arte. La Casa del Siervo se encarga de la música, los shows, malabares y las actividades circenses. Por último, la Casa de Historia, que reúne a las demás, consiste en investigar todas las actividades que se realizan, desde los objetos que fabrican hasta la manera en que se visten. “Sin la Casa de la Historia seríamos solamente un grupo medieval, no de reconstrucción histórica”, comenta Francisco Mejía, director de la Casa de Historia.
Hasta el momento Pendragon es el único grupo que hace reconstrucción histórica medieval en Bogotá, sus integrantes son historiadores, arquitectos, artistas plásticos y antropólogos. Cada uno de ellos asume unas características específicas dependiendo de la cultura que desean representar, actualmente se reconstruyen perfiles de cultura celta, judía, sarracena e hindú. Para el equipo todas las culturas del 500 a.C, hasta 1500 d.C, son reconstruirles y hacen parte del interés grupal.
“Nosotros no creamos un personaje como en el teatro, sino que creamos una persona; pudimos haber sido un sujeto en esa época”, asegura Andrea Pobacia o Hüsfreyja Ingun Sigurdöttir, quién hace reconstrucción vikinga. Cada integrante debe escoger un nombre de reconstrucción histórica ya que funciona como una credencial dentro de la organización.
Para Gustavo González, quién hace reconstrucción escandinava, la elección del personaje es para delimitar un campo de investigación más que para cumplir un rol. “Lo importante a la hora de representar un personaje específico es la investigación que requiere”. Para los integrantes del grupo es importante hacer una distinción entre lo que ellos llaman reconstrucción histórica y lo que comúnmente se conoce como juegos de rol. “Todo el tiempo soy yo y mi otro yo, no se trata de un juego de roles, es la manifestación de otra parte de mí”, cuenta Francisco Mejía.
Para el doctor y licenciado en Humanidades Ricardo del Molino “la forma de elegir que quieren vivir como en la edad media es renacentista, esa decisión de hacer lo que yo deseo con mi vida en la edad media no existía. Luego, decidir ser medievales los hace hombres renacentistas”. La búsqueda de identidad para Manuel Rodríguez, quién hace reconstrucción de un sarraceno del siglo XII, se centra en reforzar la identidad que tienen antes de entrar al grupo. “Cuando viene alguien que quiere ser un vikingo, por ejemplo, ya tiene unas bases que le permiten imaginárselo y a partir de Pendragon se sientan las raíces en ese tema específico.”
Los integrantes del grupo promueven cuatro valores que consideran los define colectiva e individualmente: honor, lealtad, valor y justicia. “Es una cuestión de autocrítica y autodisciplina donde busco siempre auto mejorarme para que la ética me acompañe y me haga tomar las mejores decisiones para todos, no solo para mí”, asegura Francisco Mejía, quien hace reconstrucción de un caballero inglés del siglo XIII.
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Gustavo González Foto tomada de Facebook/Pendragon |
Hacer reconstrucción histórica es la manera en que se enfrentan al mundo, ellos no esconden lo que son ni se intimidan por lo que pueda decir la gente al verlos caminar “disfrazados” porque, como dicen “nos aguantamos que nos digan que venimos de la Biblia o que nos sacaron de Narnia, estamos tratando de cambiar la mentalidad de la gente”, comenta Hüsfreyja Ingun Sigurdöttir.
Existen otro tipo de críticas que se refieren específicamente a temas de fondo sobre la concepción de la reconstrucción histórica. Para el profesor Del Molino una cosa es la memoria y otra es la historia. “La historia es un proceso cognitivo empírico científico y es la reconstrucción del pasado a partir de cosas objetivas a las que se hace inferencia y la memoria es simplemente recordar cómo fue algo”. Para algunos como dice el profesor este tipo de prácticas pueden ser “esnobismo urbanita”, pero para los integrantes de Pendragon es una manera de hacerse visibles en la sociedad moderna en la que viven. El ideal de Pendragon es poder llegar a construir una aldea medieval en Colombia para mostrarle a la gente que la historia es de todos.