jueves, 16 de mayo de 2013

Comunidad LGBTI agredida en Bogotá



Daniel Galeano el director del teatro Barraca y Ricado Ruidiaz. Foto de Guillermo Murillo.
Mientras en otros países se aprueba el matrimonio gay, en Bogotá los miembros de la comunidad LGBTI son amenazados y agredidos, al parecen por grupos neonazis y religiosos conservadores.
Por Guillemo Murillo


A Ricardo Ruidiaz hace unas semanas, en las calles de Bogotá, se le acercaron dos hombres: "Deje de hacer obras de maricas", dijeron en tono amenázate mientras le mostraban un arma. Ricardo es productor y administrador del teatro Barraca, un pequeño teatro con capacidad para 60 personas que trata temáticas LGBTI. Su sede es el cascaron de una vieja casa de dos pisos en Chapinero. Las paredes interiores desaparecieron para dar espacio a unas mesitas de madera, sillas y una tarima. Al interior de la casa la estancia es dividida por una barra de bebidas y un cuarto de unos pocos metros cuadrados que sirve de baño. Sobre el cuarto hay una mesa con un computador y una maraña de cables para manejar las luces y el sonido.

Las amenazas contra Ricardo comenzaron hace un año y medio. En un principio fueron telefónicas o por correos electrónicos. En las últimas semanas han hackeado la página web del grupo teatral un par de veces. El martes de la semana pasada Ricardo Ruidiaz recibió un sufragio con una cruz esvástica, además hubo llamadas telefónicas que le daban hasta el viernes 10 de mayo a las doce del día para abandonar Bogotá. Ese día y hora y en respuesta a las amenazas se reunieron frete al teatro Barraca personas de la comunidad LGBTI, miembros de grupos de teatro de Bogotá, representantes de la administración distrital y de los medios de comunicación. Se escucharon coros y cantos de apoyo a Ruidiaz y de repudio a las amenazas homófobas entre tambores, bailes y banderas multicolores.

Mitin realizado el 10 de mayo al medio día en frente del teatro Barraca.
 Foto Guillermo Murillo.
El grupo teatral Barraca trata temas tabú, explica su director Daniel Galeano. Daniel y Ricardo pertenecen a la comunidad LGBTI. Una de sus obras más conocidas es El beso de Dick. Este montaje ya tiene cinco años en escena y se basa en el libro homónimo de del fallecido escritor paisa Fernando Molano Vargas. Esta y otras obras serán presentadas por en el Segundo Festival Internacional de Teatro Rosa y Erótico de Bogotá, que organiza el teatro Barraca apoyado por IDARTES, que comienza el 24 de mayo en el teatro Jorge Eliecer Gaitán. Antes habrá una prefunción, el 15 de mayo, con la obra “Una loca opereta cómica ¿Como pude ser tan estúpida?”. El  festival este año reúne a grupos de varios países de América y Reino Unido.

Daniel Galeano explica que las autoridades no los habían atendido hasta la última semana, cuando se quejaron ante la comisión de derechos humanos. La semana pasada el Distrito le ha otorgó a Ricardo Ruidiaz una escolta policiaca y asesoría jurídica. Debido a las amenazas, él que antes no se consideraba un activista, se comprometió en el mitin a convertirse en un férreo defensor de los derechos de la comunidad LGBTI.

En Colombia se han escuchado voces radicales sobre derechos e inclusión de la comunidad LGBTI. Hace pocas semanas se supo que Roy Barreras, el presidente del Senado, se había comprometido con grupos cristianos a no apoyar una ley ¿permitiendo el matrimonio entre personas del mismo sexo. Hace un año la revista Semana publicó un reportaje que muestra la existencia de un grupo neonazi bien organizado en Bogotá. Hace poco se tumbó en el Senado, y sin argumentos de peso, un proyecto de ley que buscaba permitir el matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo. Se escucharon argumentos como el del senador Roberto Gerlein que se oponía al matrimonio igualitario porque el sexo entre hombre es “excremental".

Ricardo Ruidiaz frente al tetro
 Barraca. Foto Guillermo Murillo.
Un gran opositor de la comunidad LGBTI es el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, quien logró reelegirse en su cago y ha reunido gran poder. El procurador pertenece al lefebvrismo, una corriente católica que niega el holocausto judío, y ha hecho sentir sus convicciones religiosas y personales en la discusión sobre las leyes del aborto y la comunidad LGBTI. La columna hace dos semanas de Daniel Coronel en Semana explica los vínculos que los lefebvristas tienen con grupos nazis en Colombia. Hay que recordar que dentro del sufragio que recibió Ruidiaz había una cruz esvástica. 

Otras agresiones en Bogotá son firmadas por grupos religiosos. Este es el caso de los actos de vandalismo a principios de abril contra el recién inaugurado Centro de Ciudadanía LGBTI Sebastián Romero, ubicado en Teusaquillo. Este centro fue saqueado y grafitieado en la noche. Las pintas en las paredes firmaban como grupos católicos. La organización defensora de los derechos humanos y en especial LGBTI, Colombia Diversa, publicó en 2011 un informe donde se denuncia la cacería y agresiones serias, algunas terminadas en asesinatos, contra miembros de esta comunidad en Bogotá. El informe demuestra como en el Estado hay funcionarios y representantes ciudadanos que buscan restringir los derechos de este social. 

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