jueves, 7 de noviembre de 2013

El talento es como el vino

Por: Estefania Ayala

Ana Borjas, 47 años de edad, estudiante de técnica vocal.

El talento “entre más añejo es más fino”, esto lo demuestran artistas como Celia Cruz, quien a sus 77 años lanzó el álbum “La negra tiene tumbao”, un éxito rotundo que logró poner a bailar al mundo entero, el novelista estadounidense Frank McCourt, alcanzó la fama a los 69 años de edad, cuando su novela “las cenizas de Ángela” fue llevada a la pantalla gigante. José Saramago alcanzó el clímax de su carrera cuando a sus 76 años le fue otorgado el premio Nobel de literatura. Al momento de de crear no importa la edad, porque cuando una carrera se construye con disciplina y pasión, el éxito llega por añadidura.



En un salón de la Academia Musical Legato, ubicada en Bogotá, Eliodoro Bayona de ie y agitando las manos interpreta la canción “Volver” de Carlos Gardel, con imponente voz intenta llevar el ritmo de la melodía, cumplir con la precisión del compás, la entonación y el vibrato se ha vuelto un reto para él, que con 55 años de edad decidió atender el llamado que la música le hacía desde niño. Hace un año recibe clases de técnica vocal, tomó hace poco la decisión de iniciarse en la música porque según él “el trabajo y la crianza de los hijos no daban tiempo para pensar en lo que realmente quise hacer toda mi vida: cantar”.


Eliodoro Bayona, 55 años de edad,estudiante de técnica vocal. 
Cuando no está en la academia, administra junto a su esposa, un restaurante que montaron varios años atrás. Él hace el mercado en la plaza, atiende mesas y hasta cocina, características quizás muy lejanas al perfil de un artista, pero él no pierde las esperanzas, afirma con seguridad que “aunque es difícil incursionar en la industria musical, tal vez corra con la suerte de cantar en el coro de alguna iglesia o quizás pueda ser descubierto por un cazatalentos que me contrate en un conjunto musical”. Solo hizo hasta quinto de primaria por eso considera la técnica vocal como “su primer y único estudio profesional”.


Cuando Eliodoro termina de cantar la última frase de su canción, Ana Borjas, de 48 años de edad, entra en escena, saca su cancionero y acompañada del piano canta “Sabor a mí”. Su voz es gruesa y ya tiene impresa la técnica que le da un toque de elegancia a su interpretación, sabe perfectamente en qué nota debe cantar cada estrofa de la canción y lo hace con el profesionalismo del caso. “Toda mi vida le huí a la música porque pensaba que no era buena cantando, me daba pena hacerlo, hasta que tuve la aprobación de mi esposo y mis amigos y me animé porque creo que ya cumplí con todo lo que tenía pendiente, ya trabajé y saqué a mis hijos adelante, ahora que soy ama de casa siento que es un momento pleno para dedicarme a lo que amo, por eso me exijo y me tomo todo esto muy en serio”.

María Alejandra Rocha, maestra de técnica vocal de Eliodoro y Ana, asegura que entrenar voces maduras tiene sus pros y sus contras “Es gratificante trabajar con ellos porque pudiendo hacer más cosas a su edad, eligieron la música y la estudian con mucha dedicación y entrega. Por otra parte, es mucho más complicado enseñarles términos técnicos y que los comprendan para luego aplicarlos porque ellos ya vienen con conceptos marcados. El tratamiento a seguir con su voz es especial pues sus cuerdas vocales no tienen las mismas condiciones que las de un niño o un adolescente; además a veces la memoria les empieza a jugar malas pasadas y resulta difícil que se aprendan la letra de las canciones, pero por lo demás, con mucha constancia, podrían alcanzar un nivel profesional, poseen todas las cualidades para lograrlo”.



Academia musical Legato Cll 140 con crr 22 barrio cedritos, Bogotá. 

Victor Maojo, doctor y cantante, afirma en su blog www.luisblancoinfo.com, que “generalmente en las voces se produce una pérdida de flexibilidad y un oscurecimiento con el paso de los años, específicamente una pérdida de tonos agudos, sobre todo si las cuerdas vocales se han deteriorado por excesos o mala técnica, pero si la voz se trabaja con una buena técnica, no existe el peligro de que haya una disminución progresiva del control de la respiración que emite el sonido de forma natural, logrando así conservar el vigor de la voz; por ejemplo, el tenor Lauri Volpi cantó “La Donna e Mobile” en el Teatro Real a sus 85 años de edad con mucha potencia y brillantez”.
Eliodoro y Ana toman clases con personas mucho más jóvenes, sin embargo, sus voces maduras resaltan en el grupo y no se dejan opacar por las voces dulces de los niños o las histriónicas voces de los adolescentes. Estos cantantes anónimos para el mundo son unas estrellas en su familia, y por eso sus hijos y esposos son sus principales fans , ya tuvieron su primera presentación en tarima el pasado 26 de octubre en un evento social que realizó la academia, el público los aplaudió y los fotografió, y aunque quizás esos hayan sido sus únicos cinco minutos de fama, seguirán perfeccionando día a día su voz, no para grabar un sencillo o un álbum, sino para cumplir ese sueño que siempre tuvieron: cantar como unos verdaderos artistas, con una voz añeja como el vino que entre más pasa el tiempo se escucha más sabrosa.


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