Por: Iván Aldana
@aldanante
El lugar se encuentra ubicado en el centro de la ciudad entre las carreras 18 y 19 con calles 10 y 11. Fue construido en el año 2005 después de que varios comerciantes con la ayuda del Distrito, fueran alejados para recuperar el espacio público, decidieron ubicarse en locales que en sus inicios solo era habitado por drogadictos y ladrones que caminaban por el sitio.
Las personas que ahora tienen sus locales dentro del centro comercial antes de estar en la edificación vendían su ropa y tenis de segunda mano en carretillas, así lo dice Yuly García quien además agrega “Ahora todo es muy cómodo, antes teníamos que guerrear mucho para poder vender la mercancía. Yo vendía a veces en la parte de San Victorino pero solo venía gente del sur y nos daban chichiguas, hasta que llegó un señor con buen aspecto, desde que lo conozco siempre le han dicho el árabe, nos dijo que pusiéramos unas casetas y que él nos empezaba a surtir de mercancía para ir mejorando la vaina”.
Después de esta propuesta varios vendedores se reunieron y el decreto del alcalde para la época Antanas Mockus de querer recuperar el espacio público los obligó a hablar con el Distrito para una reubicación que ayudara a todos. Desde ese momento se empezó a planificar la idea de construir el centro comercial ‘Plaza España’ que permitiera a varios comerciales informales a obtener un mejor lugar para sus trabajos.
Al comienzo el lugar era un espacio lleno de drogadictos e inseguridad debido a que muy cerca se encuentra una de los espacios con más venta de droga en la ciudad de Bogotá ‘El Bronx’. Por eso los mismos comerciantes conformaron una administración y empezaron a contratar vigilancia privada para el cuidado de los locales y las personas que asisten a comprar.
Por encontrarse en esta parte de la ciudad algunas personas se imaginan que solo asisten personas que viven cerca o en el sur de Bogotá pero según Léster García, trabajador del centro comercial al lugar va todo tipo de gente. “ Vienen del norte a llevar tenis y ropa por cantidades y como es mercancía de buena imitación dice que lo pueden vender en esa parte de la ciudad a precios altos y nadie se lo imagina, también viene gente encorbatada con sus hijos porque saben que los precios son más cómodos”.
Entre marzo y abril varios comerciantes se reúnen para irse hasta China en donde compran ropa y tenis. Debido a que no saben hablar mandarín se llevan a un traductor que es quien les ayuda con la negociación. El container se demora en llegar entre dos o tres meses. La mercancía llega a algún puerto de Colombia que prefieren “no decir”. En algunas ocasiones la mercancía que llega es interceptada por las autoridades.
Pero la mercancía que llega la guardan en bodegas que alquilan en lugares alrededor del centro comercial. Bryan Parra es uno de ellos y dice que lo hace porque aparte de tener locales en el centro comercial también es surtidor de varios locales en el barrio el Ricaurte y en el centro comercial. “ Un día llegó la Policía, yo creo que alguien me sapeó porque llegaron exactamente cuando estaba saliendo con ropa que iba a entregar, me tocó darles una plata para que no se llevaran la mercancía”. Según Bryan deben guardar en sitio ocultos todo lo que traen porque al no pagar impuestos pueden tener problemas graves con la justicia aunque ésta sabe de ante mano toda la ilegalidad que se mueve por varios lugares de la ciudad.
La ilegalidad es uno de los problemas más graves del país y varios integrantes de la policía saben sobre esto hechos. El gran inconveniente con este centro comercial es que le hacen un mal al país por la cantidad de leyes que se infringen tan solo con vender un par de tenis o cualquier tipo de ropa. Pero esas infracciones que cometen estos comerciantes también ayuda para que el índice de desempleo baje de manera significante.
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