jueves, 28 de febrero de 2013

New age of tours in Bogota






Bogota bike tours is the new age of tours in Bogota where you´ll see the real city, their plazas, historical monuments and beautiful parks. It´s time to meet the colombia´s capital. 

By: Fabian Carrascal


Nueva ley de Habeas Data

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easel.ly

La protección de la información personal ha tenido un largo proceso en la legislación colombiana. La nueva ley de Habeas Data va velar por la seguridad de los datos privados de las personas. 
Por: Daniela Rodríguez y Juliana Blanco


Bambarabanda: música Andina y rock


Pasto, Nariño, Andes, Rock y Punk, hacen parte de la propuesta de un grupo de pastusos, encargados de mostrar lo mejor de su región a través de la mezcla de éstos elementos. La original música de Bambarabanda ha atravesado los límites nacionales para brindarle al mundo un poquito de Nariño.
Por: Alejandra Hormaza


Los otakus, una subcultura mundial venida de oriente.



Hiru Kirio, cosplayer.


Son aficionados, multifacéticos, variados y sobre todo, son individuos que alimentan la diversidad cultural y las nuevas tendencias de una ciudad cosmopolita como Bogotá.

Por: Nibeth Adriana Duarte


Inuyasha ,Yu Gi Ho, Naruto, Sakura Cardcaptor, Sailor Moon son sólo unos de los más reconocidos animes dentro la comunidad otaku. Ellos se diferencian por sus gustos particulares por el jrock o rock japonés, el manga, los comics y algunos trascienden la estética de sus personajes favoritos para parecerse en sus formas de vestir, peinar e incluso nombrarse.
Andraia y Ka-lyrra  son amigas del colegio, tienen 27 y 30 años y al preguntarles su nombre prefieren dar su nombre otaku cumpliendo con esta característica general dentro de la comunidad.  A diferencia de lo que se podría pensar, este movimiento no es sólo de jóvenes ni es nuevo. Son muchos quienes al cumplir sus 30 años o más siguen siendo otakus, cosplayers o gamers dependiendo de la actividad que más les atraiga dentro de la cultura nipona. El manga que se difundió en 1992 llamado, Sailor Moon las acercó a este submundo  que hoy comparten como si fuesen adolescentes.
A Nicole le gusta que la reconozcan como Sawako ya que es su anime favorito y se identifica con el personaje. Es fan del anime desde hace seis años cuando vio las películas japonesas de Hayao Miyazaki y una que otra serie que pasaban por TV. Ser otaku para ella implica  ir a convenciones, hacer cosplay, saber de Japón, conocer las series, además de escuchar la música de allá jpop, jrock.

El anime, que es particularmente el medio principal para el acercamiento a esta cultura oriental, hace referencia a un estilo en  los dibujos animados, que son muy diferentes a los vistos comercialmente en occidente y que se empezaron a trasmitir hace algunas décadas en la televisión nacional. Animes tan famosos como Dragon ball o los Caballeros del Zodiaco hacen parte de una larga lista de este tipo de animes que se difundieron en las cadenas nacionales. Son atractivos, porque los personajes son muy elaborados al punto que parecen Manga, (nombre que se le da a las  historietas japonesas) pero, en movimiento.


Otaku, es sin embargo una palabra compleja que recoge a muchas personas  alrededor del gusto por los contenidos de oriente que así mismo son muy distintos. Hay gamers que son los que se sienten más atraídos por los videojuegos, o cosplayers que son los que alimentan la tendencia de representar personajes de sus series favoritas,  desde el vestido, hasta la actitud. “No solamente se basa en la tela, es un tema que conlleva estudio, es ver las series y comprender este arte que no es sólo me  disfracé y ya” Dice Hiru Kirio que lleva siendo cosplayer hace unos cinco años.

 

El problema de nombrarse a sí mismo como otaku,  radica en que esta palabra tomó una connotación negativa en Japón cuando se empezó asociar a estas personas con prácticas antisociales. Así, que algunos optan por nombrarse como Akiba-kei, como Hiru. Quien dice que “es similar al concepto de aficionado de la palabra otaku,  pero sin la idea de la persona  aislada, y ensimismada. “Acá somos muy sociales y es por eso que no somos otakus”
“Hay que pensar a los otakus como una subcultura, no son una tribu urbana porque no es un grupo cerrado con reglas establecidas. Ellos pueden tener su propia cultura, ser colombianos y adoptar cosas de oriente, como ocurre”. Explica, Juan Camilo Restrepo, Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia. “La identidad de ellos no se construye como el movimiento hippie o punk. Ellos son tan diversos y particulares que le van dando forma  a esta subcultura urbana mientras crece.”
Es una subcultura que aunque tiene más de treinta años en Colombia y una tradición milenaria en Japón, tiene más acogida ahora entre los jóvenes de las urbes gracias a  múltiples factores. 

El primero es que Japón, Corea del sur y China se han venido consolidando en el mercado mundial. De la misma forma que llegan carros o electrodomésticos, se importan series televisivas y contenido que trae información de oriente.
Lo segundo, es que principalmente los  otakus se han organizado, unido, y manifestado a través de internet y sobre todo en redes sociales. Se han podido ver entre ellos, comentando en diferentes medios online sobre estos contenidos que como explican Andraia y Ka-lyrra, hace veinte años eran escasos. “No sólo era carísimo sino imposible conseguir manga o series anime, acá no llegaba nada. Uno tenía que buscar en todo el centro y era muy extraño”.
El 24 de febrero del 2013 se dio la primera marcha cosplay en Bogotá y aunque cada vez hay más eventos como estos, falta mucho por aprender en relación con la tolerancia y no discriminación a estos grupos.  Andrés o Homura Fate, dice que a los otakus se les tacha de satánicos, diabólicos, infantiles y homosexuales.  En su colegio tuvo que escuchar la explicación de su profesora de religión que los acusaba de ser una secta e incluso de la incomprensión de su mamá que poco a poco fue conociendo y entendiendo más, como él cuenta.

Fotos tomadas por: Nibeth Adriana Duarte, en orden de publicación. 
Dead the kid u Oscar
Andraia y Ka-lyrra

Los otakus, una subcultura mundial venida de oriente on PhotoPeach


jueves, 21 de febrero de 2013

YOMANGO, ¿Resistencia delictiva?




Tomada de:  yomango.org


Ni se compra ni se vende”, así se define el alma del Yomango. Práctica que se califica como hurto simple, según el Código Penal Colombiano, pero que para quienes la realizan no tiene un carácter delictivo, es una resistencia, “la diferencia entre mangar y robar es que mangar es una herramienta, robar es una acción”, asegura Carlos Pérez* sobre aquello que es hoy su modo de vida y lo define como un “yomangante”.
Por: Daniela García


Mangar es un término español usado para referirse a robar. El “Yomango” se deriva como una sátira de tal verbo y de la conocida marca inglesa de ropa Mango. Esta práctica consiste en tomar objetos comerciales de todo tipo de los grandes almacenes: comida, ropa, aparatos tecnológicos, entre otros; con el fin de suplir una necesidad o un deseo y de realizar “una acción directa contra el capitalismo”.

Cuando ingresan a un supermercado, lo primero que identifican es el sistema de seguridad, compuesto por cámaras y guardas principalmente, a lo que suelen llamar “los enemigos”. Una vez están seguros sobre la estrategia de vigilancia, seleccionan los productos que llevarán y se aseguran detalladamente de eliminar todo aquello que pueda ser percibido por los detectores (códigos de barras, espirales de pegatina, bobinas metálicas, entre otros). Posteriormente se dirigen a lo que Carlos llama “puntos muertos”, estos son las áreas del supermercado que no alcanzan a ser registradas por las cámaras y las menos frecuentadas por los guardas.  Allí acomodan y aseguran en su cuerpo todos los productos. Sin embargo, hay quienes prefieren comprar algo para no generar alertas, mientras otros simplemente se van y llevan en sus bolsillos bolsas plásticas que llenan al salir con los productos que lograron mangar.

El teniente Carlos Eduardo Munébar, quien fue jefe de seguridad durante 25 años de la empresa privada Seguridad Atlanta, afirma que robar corresponde a tomar algo que no es propio de manera delictiva. Generalmente en su empresa reconocen a los ladrones por “algunas señales convencionales” y son éstas la base de entrenamiento de los guardas de seguridad. “Uno empieza a meterle eso al guarda de que todo lo que hay a su alrededor es sospechoso: el señor que está parado, los cuatro señores que están en ese vehículo, son sospechosos”.


Es en el artículo 239 del Código Penal Colombiano donde se define a quien ejerce un hurto simple (todo aquel que no compromete violencia física en su realización), como “el que se apodere de una cosa mueble ajena, con el propósito de obtener provecho para sí o para otro incurrirá en prisión de dos (2) a seis (6) años.”  La abogada penalista, Leida Lara Pérez aclara que sólo es posible juzgar a alguien bajo este delito si es descubierto en flagrancia, es decir, en el momento justo en el que esté realizando el hurto y de no ser así sólo es posible si se cuenta con un conjunto de hechos que lo prueben.

La práctica del Yomango ha sido creada y difundida a través de tres libros, estos son “El libro rojo. Yomango”, “El libro Morao. Cuando Mao llegó a Winona” y finalmente el “Libro Yomango”, que es una recopilación tanto de los anteriores como de textos y análisis realizados en sus páginas de internet.  
Para Carlos, a diferencia de lo que presentan los tres libros, esta práctica no necesariamente tiene que estar ligada a una ideología, es una acción personal que le da la facilidad de conseguir aquello que necesita “sin afectar a nadie”, pues asegura que sólo debe practicarse en multinacionales ya que según él “estos almacenes definen márgenes de pérdida, dentro de los que ya tienen las cadenas estipulados. Así que los trabajadores no se ven afectados porque por ley deben tenerlos y si llegan a cobrarles es un delito.”

El capitán Ocaña,  presidente y fundador de la empresa de seguridad Royal Colombia, asegura, basándose en datos de la  Superintendencia de sociedades, que en los almacenes Éxito S.A. y Carulla manejan un margen de pérdida que oscila entre el 10 y el 20%, esto cambia dependiendo de la zona en la que se encuentre el almacén. Según Fenalco el 18% de las utilidades los grandes supermercados son destinados a márgenes de perdida por el robo hormiga (dentro de los procesos internos de las empresa ) o hurtos simples.

Por otro lado Nicolás Martínez, politólogo de la Universidad Nacional, afirma que una resistencia es un acto realizado en un contexto de confrontación frente al statu quo, no obstante hace claridad que la resistencia puede ser también un acto delictivo “se convierte en un acto de resistencia en tanto están resistiendo al avance de una economía capitalista, lo que sería el statu quo, pero sin embargo, a la luz del derecho, es un acto ilegal, un robo a la propiedad privada de la empresa a la que le pertenece el producto.”

Esta práctica plantea dos grandes facetas, aunque bajo la teoría es una acción de resistencia, también se constituye en un acto delictivo ¿es posible protestar a través del delito? “Los límites, todos los límites, tienen que ver con cómo se llega hasta ellos, con lo que se hace antes de encontrártelos. Algo que nos llama desde atrás de las cosas, esa podría ser una buena definición de Yomango”, afirma un artículo del yomango team en su página oficial.

* Este nombre fue cambiado por petición de la fuente. 
Segunda foto tomada de: http://www.sindominio.net/fiambrera/007/ymng/index.htm

El sonido de las frutas





Hay una búsqueda por volver a las raíces o ritmos que identifican y permanecen en la sociedad colombiana.
Este grupo musical los genera con ayuda de las pulpas de la fruta.
por: Camila Barajas Salej


Fuentes:
Edwin Guevara
Germán Darío Pérez
Plaza de mercado Las Nieves calle 20 no. 8
Mermelada Saborizada por Sonisfera
Daniel Becerra y Nicolás Cuervo (en orden de aparición)

Música:
Frutos Marinos
Camelia
Melón de río Aluvión Turpial

Para más información: http://bit.ly/xoQHGj

Especiales agradecimientos a La Pulpafonic.


The Challenge of Education in Tunja

                                Dania Alejandra Samudio, student of Escuela Normal Superior

Tunja received 2900 tablets for 13 public schools and this week the teachers are training.

By: Nibeth Adriana Duarte

The Escuela Normal Superior Leonor Alvarez Pinzon is one of thirteen school of Tunja that received 300 tablets for your clas last week. “Tablets are stored in warehouse, the tablets can not be delivered because the girls to pick things that are not, like taking photos”, said Luis Eduardo Moreno director this school female.

But taking photos is an objective into the mayor´s plan to promote the technology.  As told Ivan Alba, engineer of Education Secretary. “Genesis digital” or a Mayor`s plan intends that sixth grade students use tablets in all classes. The plan has a big challenge. It is a change education and idea of technology as entertainment.

Applications use, supporting teachers and connectivity are the main features that will have the tablets. However, the fear is that tablets, remain in schools warehouses . According to Ivan Alba the tablets are in constant monitoring but when checking this its not true.


“Tablets that could be a tool for students to find jobs more easily, without assistance would become a failed plan. They are students who need to understand that these instruments are for them and not destroy them.” explain Sandra Cipagauta, coordinator of Antonio Jose Sandoval Gomez other school that get tablets.

The Tablets without any explanation wouldn't achieve their objective porpose  . The education is about change in rural life, the technology applied to their particular lifestyles and monitoring by the government of these processes are necessary for these plans to succeed.

                                   Dania Alejandra Samudio, student of Escuela Normal Superior 
                                                            (warehouse, behind)

La música y la paz en Colombia





El conflicto en Colombia es una realidad que hemos afrontado desde hace muchos
años siendo nosotros víctimas de la violencia. Es así como la música juega un
papel importante en la construcción de paz, dando un mensaje a los niños y niñas
victimas del reclutamiento en pro de esta absurda guerra.
La Fundación Rio al Sur, inició un proyecto musical y de artes que va en contra del
reclutamiento ilegal de los niños. También, cantantes independientes como Jaime
Mesa, el Grupo Holistas y el grupo Ighy, que por medio de la música defienden los
derechos de los niños y los jóvenes sometidos a éste flagelo.

Por: Andrea Zamora

Fuentes musicales
Grupo Ighy: Para lo niños
Holistas: No se porque vivir
Diana Avella: Acciones sin respuesta
Dolor rojo: Jaime Alonso Mesa




jueves, 14 de febrero de 2013

Parches delictivos

“Tito”* integrante de la pandilla Los Alpinitossiente que pertenecer a este grupo le da poder. “Vivo con mi fierro, calibre 22, que lo conseguí de robo en robo.”

Según el estudio realizado en 2012 por el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana (CEASC), en Bogotá existen aproximadamente 803 pandillas ubicadas en 19 de las 20 localidades de la ciudad. La única localidad que no tiene es Puente Aranda. La guerra del territorio, mujeres y drogas son algunas de las razones para conformar estos “parches” delictivos.Por Andrea Zamora


La localidad 18 de la ciudad de Bogotá, Rafael Uribe Uribe, ocupa el puesto cuatro en número de pandillas. Por sus calles transitan 104 combos. Ciudad Bolívar tiene el primer puesto con 204. Así lo indica el DANE e Indipron (Instituto Distrital para la Protección de la Niñez y la Juventud) en una encuesta realizada en 2012. En los últimos tres meses, el número de pandillas subió a 5,3% al igual que la inseguridad, los robos, el expendio de droga y el acechamiento en las esquinas. Así lo atribuyen los habitantes del barrio El Valle quienes son los más afectados.
Uno de los factores que agravan la inseguridad en esta localidad son los parches delictivos, que además de infundir miedo en cada barrio, adquieren armas con facilidad y estas se convierten en instrumentos de poder.

La conformación de las pandillas en Rafael Uribe Uribe empezó en los 70`s. Cada grupo, conformado por unos 15 muchachos, en su mayoría menores de edad, buscaba cualquier disculpa para enfrentarse a sus oponentes en riñas que dejaban lesiones menores. Por culpa de la inseguridad, por ejemplo, el transporte es escaso, las viviendas se desvalorizan y la imagen de los barrios se ve afectada. Lo más grave es que ahora los enfrentamientos entre pandillas, por lo general son entre los barrios El Valle y Diana Turbay por el control territorial y las drogas afectando la seguridad ciudadana, con atracos y atentados a la integridad física de las personas”, dijo Martha Báez*, habitante de la localidad.

Los factores que inciden en la conformación de los parches, es la violencia en el fútbol por la rivalidad entre equipos capitalinos, el consumo de drogas porque las consiguen a menor precio si se es integrante de cualquier banda, el poder territorial de un barrio, la falta de oportunidades que obliga a los jóvenes a buscar soluciones como: el robo y la extorción, y la falta de estabilidad económica que fomenta el abandono temprano del sistema educativo.

Para hacer parte de estas pandillas hay que pasar unas pruebas, pero quien no quiera pertenecer, no tiene opción alguna, así lo afirmó “Tito”*, un integrante de Los Alpinitos: “Algunos de mis compañeros fueron forzados a entrar por alguna destreza física o porque el jefe así lo dispuso”. En su caso, él se unió a la banda por decisión propia, ya que al pertenecer a esta pandilla “la plata, las mujeres, las drogas y el alcohol se consiguen fácil y se impone respeto y poder en un par de cuadras”.

La mayoría de los integrantes de las pandillas son jóvenes menores de edad, ya que su participación no acarrea sanciones penales mayores, aunque deben demostrar su sagacidad y valentía para permanecer. Deben pasar por una serie de pruebas que van desde robos hasta asesinatos.

El 16 % de los delincuentes menores de edad son mujeres, mientras que el 84% son hombres según el estudio realizado por el Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía en 2012. Sin embargo las mujeres cumplen un papel en las pandillas: “ellas son utilizadas sexualmente, pero también guardan las armas y droga en sus partes íntimas cuando hay redadas. En otra pandilla como Los Chapulín*, la mujer es una herramienta importante para seducir y así, acceder de manera mas rápida a las casas y robar”, explica “Tribilín”*, miembro de la pandilla Los Donalds.

“El Muelas”, integrante de la banda “Los Chávez”, señala que la banda se reúne, planea, ejecuta, divide lo obtenido y desaparece hasta nueva orden. Los integrantes menores de edad de estas pandillas son utilizados para que alerten al parche distribuidor de droga cuando se acercan de las autoridades.

La mayoría de las pandillas se reúnen en la mañana, pero no temprano, porque en la noche distribuyen droga, fiscalizan lo que se vendió, cobran deudas y otros se dedican a robar o a estar pendientes de la zona para que no invadan otras pandillas.

Los Chavos, Los Narices o los Warner son algunos de los nombres de los parches delictivos que hacen homenaje a sus ídolos, otros se hacen llamar por su apellido o por algún atributo sobresaliente en sus rasgos físicos. Ellos visten ropa ancha, toman trago que no vale más de $2.000 pesos como Old Jhon y consumen “perico”, bazuco, marihuana y pegante . “En cuanto a las relaciones entre nosotros los pandilleros, existe un jefe y se le debe otorgar respeto”, aclara “Tito”.

En las riñas entre pandillas los agentes de la Policía intervienen cuando la comunidad los llama. Juan David Mejía*, patrullero en la localidad Rafael Uribe Uribe afirma que: “en la Alcaldía y la Policía realizan constantemente planes de desarme y decomiso de armas con los jóvenes de la localidad. En cuanto a judicializar a los jóvenes después de una riña, el único inconveniente para que nosotros como organismo de control actuemos es que la mayoría de los integrantes son menores de edad, entonces solo los remitimos a la Unidad Permanente de Justicia (UPJ) y están allí un par de horas, luego salen y siguen delinquiendo”.


Mejía, en su ejercicio de controlar los conflictos de las pandillas en la localidad, ha recibido amenazas que comprometen su vida y la de su familia. Por ello, ha tenido que salir de la zona y patrullar en otros sectores para mantenerse a salvo.

Pero salirse de un parche delictivo no es tarea fácil, así lo indicó Alexis*, un ex pandillero que pertenecía a “Los Alpinitos”: “Logre salir porque era muy parcero del jefe del grupo, le expliqué que quería estudiar Enfermería y me dijo “Listo viejo Alexis* salgase, pero eso sí lo espero cuando termine para que nos preste sus servicios médicos después de una riña”- y me dio permiso para retirarme , aunque no del todo, porque a veces me llama para exigirme unos cuantos gramos de marihuana y pocas veces me pide unos favorcitos, como extorsionar a jóvenes o involucrarlos con la pandilla”. Hace tres años Alexis ya no pertenece a la pandilla aunque llevó mucho tiempo reinsertarse a la sociedad y más a su familia, ya que estaba dependiente de las drogas, aunque su mamá le ayudó a entrar a un centro de rehabilitación por mas de tres meses.

La localidad Rafael Uribe Uribe e Indipron trabajan conjuntamente mediante la creación de la Unidad de Mediación y Conciliación (UMC) para que las personas que se encuentren en situación de conflicto busquen solución pacifica de los conflictos, por medio de sesiones con psicólogos, rehabilitación por el consumo excesivo de drogas y la reinserción a las aulas escolares.

Para el director de Indipron, José Miguel Sánchez Giraldo, los problemas que afectan a niños y jóvenes debe atenderse con acciones efectivas, que van más allá de campañas y programas momentáneos. “Así lo ha entendido la Administración Distrital; por ello, se busca adelantar proyectos como la atención integral a la juventud pandillera, ya que estos jóvenes se han visto expuestos a episodios de violencia y maltrato”, agrega Sánchez.

Son muchos los intentos de algunos pandilleros en abandonar los parches delictivos, pero no todos corren con la suerte de Alexis. “Yo tuve el chance de irme y tomar un camino diferente sin armas ni drogas, pero mis ex compañeros por desear tanto mi destino terminan con la pijama de palo. Muertos”.



*Los nombres fueron cambiados por razones de seguridad