Barbie, ¿Un juguete de grandes?

Por: María Camila Triviño @kmilatrivino

          Barbie, Scarlett O'Hara – Lo que el viento se llevó        

Carolina Álzate Montañés tuvo un secreto guardado durante mucho tiempo. Hace tres años decidió revelarle a sus hijas Silvia y Patricia Montañés, una colección de Barbies de los años 90 que ella había adquirido, por esto, propusieron a su madre realizar una exposición desde aquel descubrimiento, que hoy se muestra en el anticuario Érase una vez.

Silvia a seguido adelante con la exhibición de estas muñecas junto a Patricia a pesar de la ausencia de Carolina. En su niñez este par de hermanas disfrutaron jugar con sus Barbies, que hoy en día se convirtieron en una fortuna. Érase una vez, anticuario ubicado en la Calle 82 número 9 - 15 cerca a centro Andino en Bogotá, conserva 328 Barbies de las cuales 140 están desnudas, 360 vestidos originales de Mattel, distintos accesorios de la marca y diseños que ellas mismas han realizado. Deciden empezar a fabricar accesorios pequeños debido a que estos ya no se consiguen.

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Estas dos mujeres heredaron el diseño y el buen gusto de su madre, quien en los años 50 tuvo una boutique de moda Ma Boutique, y desde muy pequeñas aprendieron a tejer y a coser y hoy crean sombreros, leggins, joyas  y vestidos de baño, para estas figuras, porque no se trata solo de tenerlas si no de saberlas vestir bien. La primera vitrina del anticuario contiene las muñecas de las hermanas Montañés, cuatro Barbies del año 1963 en muy buenas condiciones, con todos sus familiares Skipper, Tutti Ken, entre otros.

Patricia, quien vive en Houston, envía a su hermana los distintos accesorios como sombreros y bolsos que ella fabrica para vender a los coleccionistas. La colección es reciente, pues la mayoría de Barbies son de 1990, el precio varia según el estilo, se pueden comprar en su caja original muñecas desde 50.000 hasta 2´500.000 pesos, este costo que a muchos puede parecer irrisorio es el de una de las Barbies edición especial Charleston y muñecas en porcelana exclusivas para coleccionistas, Sin embargo para que una colección de este tipo tenga valor comercial el estado de las muñecas debe ser, nunca jugadas nunca peinadas, así lo expresa Silvia.

Barbie, edición especial
Tango - porcelana

Muchas personas han criticado la muñeca por el “mensaje” que transmite a las niñas, el de ser una mujer perfecta, lo cual ha sido asociado con anorexia, cirugías plásticas y poca inteligencia, ante esto la opinión de Silvia, quien recibió su primera Barbie a los 3 años, es contraria, debido a que está siempre a tenido una ideología presente, por ejemplo la primera Barbie negra se creo cuando el apartheid aún estaba en vigor y su vestimenta era de una enfermera. La Barbie ha tenido muchas transformaciones, depende de la época afirma Silvia a veces es más delgada, con los labios mas gruesos, y no es que las niñas tomen la forma de la muñeca, es la sociedad la que ya la posee y se moldea en está.

En la casa de dos pisos donde se presentan las Barbies entre otras muchas antigüedades que llaman la atención al sexo femenino muebles, cuadros, vajillas en una organización de museo y donde resalta el color marrón, son las mujeres adultas las personas que más acuden al lugar, gozan al ver una de las colecciones mas reconocidas de Barbies en Bogotá, y terminan llevando a sus hijas y nietas. Las Barbies no envejecen, contrario a la dueña y sus visitantes, que las ven en las estanterías con la misma expresión en su rostro y  esperan ser retomadas en cuentos que empiecen con la tradicional frase érase una vez…

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