Luis Morales, trabajador informal |
La informalidad laboral se perfila como una alternativa a la que cada vez más colombianos se apuntan para afrontar el desempleo. Pero ¿bajo qué riesgos?
En junio de 2013 el DANE reveló que la tasa de desempleo fue de 9,2%. Para el gobierno nacional este dato es alentador pues en abril del mismo año fue de 10,2%. Sin embargo, esta reducción puede estar relacionada directamente con que muchas personas buscan trabajos informales como solución a la carencia de empleo.
La informalidad laboral es una elección que según el DANE le ha permitido al 49.3% de la población bogotana ocuparse y ganar algunos pesos para poder vivir a diario. Desde hace ocho años, Luis Morales, vende Bon Ice, un popular helado líquido que viene en diversos sabores frutales químicamente elaborados. Todos los días de 9am a 5pm y con una nevera rodante azul que le alquila a una agencia, se ubica en el semáforo que está diagonal al Centro Comercial Ciudad Tunal, al sur de Bogotá. “Yo salgo a trabajar todos los días, eso sí, cuando se ve como bueno porque cuando está nublado yo no salgo, para qué si sé que no voy a vender”. Afirma.
En una buena jornada, Morales puede vender entre 180 y 224 refrescos, pero en una no muy productiva su tope puede estar entre 25 y 30 unidades. A este hombre de 76 años, cuyas arrugas están expuestas al sol, al viento y a la lluvia, la empresa para la cual vende tales productos no le garantiza protección social ni un salario fijo mensual. Él, al igual que Blanca Parra, quien trabaja vendiendo Crem Helado, gana un salario a destajo; es decir según la cantidad de mercancía que venda. La diferencia entre ellos es que al primero lo respaldan con cinco mil pesos diarios venda o no venda. Según un estudio financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y realizado por Jairo Augusto Núñez Mendez, el trabajo informal no está cubierto por la seguridad social y no es remunerado bajo las leyes del salario mínimo. Es una actividad desarrollada por grupos marginados como desempleados, individuos de bajos ingresos e inmigrantes además que enfrentan condiciones de higiene y salud inferiores a las de los trabajadores formales.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, Blanca y Luis cumplen con aquellas características que definen a un empleado informal no devengan el salario mínimo como cualquier otro trabajador, no están afiliados a algún tipo de prestación social y para almorzar e ir al baño deben buscar donde hacerlo ya que su agencia no se los ofrece. Sin embargo, sí se les exige el porte de un uniforme y un vehículo que los identifica como parte de una marca y un sitio en específico en donde laborar. Ante esta situación el experto en derecho laboral, el doctor Francisco Ortíz Cabrera, afirma que “hay una disponibilidad de esas personas para prestar un servicio a beneficio de una empresa, existe una subordinación. Por lo tanto, tendrían derecho según el artículo 24 del Código Sustantivo del Trabajo (CST) a un contrato ya que se presupone una relación laboral. Aquí se detecta que si no existieran estas personas a las empresas les tocaría contratar vendedores para que hicieran ese trabajo”.
El Ministerio de Trabajo, entidad que se autodenomina como promotora del empleo digno, hasta el momento no ha regulado estos casos de desprotección laboral. Según un boletín de prensa emitido por este ministerio el 10 de septiembre de 2012, se presentó la ley de riesgos laborales en Colombia con la cual se buscaba hacer obligatoria la vinculación de los trabajadores independientes al Sistema de Riesgos Laborales. “la meta es que ni un solo trabajador en Colombia esté por fuera del sistema de protección social” Expresó el ministro Rafael Pardo en citado documento.
Siendo así las cosas, en caso de que Blanca o Luis tuvieran un accidente en su espacio de trabajo es decir la calle, ni Nutresa (productor de Crem Helado) y mucho menos Quala (productor Bon Ice) tendrían la obligación de responder por los daños de los que estas dos personas pudieran ser víctimas. Pero según el experto consultado en derecho laboral al existir una subordinación por parte de ambas empresas, tienen el deber de responder por cualquier daño al que los trabajadores estén expuestos pues están desarrollando actividades en pro de estas. Actualidad Extéreo trató de conocer el punto de vista de ambas compañías respecto a este tema pero ninguna respondió a la solicitud enviada.
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