Por: Javier Linares Malagón
Especialistas de ingeniera biomédica realizan procesos químicos al intestino del cerdo para sustituir tejidos humanos. Cortesía Universidad de Los Andes. |
Con intestinos de cerdo, especialistas del departamento de Ingeniería biomédica de la Universidad de los Andes, han logrado reemplazar y cambiar tejidos u órganos humanos perdidos o dañados.
Durante ocho años, mientras el profesor y actual director del Departamento de Ingeniería Biomédica Juan Carlos Briceño, trabajaba en un proyecto de injertos que regeneraría vasos sanguíneos, Diana Marcela Tabima, estudiante de Ingeniería química y actual profesora del departamento, presentó su tesis sobre los soportes de células que podrían servir para restaurar los vasos sanguíneos del cuerpo humano. Sin embargo, en las investigaciones surgieron nuevos hallazgos que permitieron realizar sustituciones de tejidos y regenerar células a partir de un animal que aunque muchos no lo crean es similar al ser humano: el cerdo.
Jairo Enrique Gómez, zootecnista y presidente de la Junta directiva de ACOVEZ (Asociación Colombiana de Médicos veterinarios y zootecnistas) afirma que hoy en día todos los cursos de medicina experimental o cirugía mínimamente invasiva se realizan con cerdos, porque es un animal mono gástrico, omnívoro y su sistema digestivo es el más adecuado para este tipo de procesos ya que tiene homologías con los humanos. Por esta razón, la profesora Tabima investigó sobre la creación de membranas de colágeno extraídas de los intestinos de este animal y sus posibles aplicaciones al hombre.
Tejido porcino procesado, cortesía departamento de ingeniería biomédica Universidad de Los Andes. |
“Para crear esta lámina de tejido blando realicé una cantidad de procedimientos mecánicos y químicos al intestino para quitar sus desechos, de modo que se convierta en plataforma para el crecimiento de células del humano en el que se ha implantado” asegura la gestora del proyecto y bajo el apoyo del cirujano maxilofacial Fernando Briceño, quien desde que ingresó a realizar su maestría en Ingeniería biomédica, ha aportado sus conocimientos sobre membranas utilizadas para la regeneración de tejidos óseos en recuperación de maxilares, este producto comenzó a funcionar.
La primera idea para comprobar su efectividad, fue implantándolo a cerca de 50 pacientes con previo conocimiento de la procedencia de este tejido, a quienes se les regenerarían porciones del hueso maxilar perdidas por la ausencia de dientes; el resultado fue exitoso, luego se aplicaría a personas con quemaduras donde se corroboró que la velocidad de recuperación y regeneración aumentó en un 30 %.
Cabe resaltar que el cerdo tiene una ventaja en este caso y es la disponibilidad y la facilidad para su cría en su utilización para el procedimiento, que permite extraer la sección exacta del intestino útil para hacer estas prótesis, afirma el doctor Juan Carlos Briceño.
En la actualidad, ninguna de las 50 personas sufrió algún tipo de complicación o rechazo al producto, por lo que se puede realizar a cualquier tipo de persona, asegura la profesora Tabima, aunque cabe resaltar que no todo médico está autorizado para realizar este tipo de procedimientos, sin embargo, existen capacitaciones para que este producto tenga el uso adecuado y ofrezca la misma efectividad en cualquier tipo de pacientes.
Hoy en día, este producto se está usando para toda la parte de reconstrucción del tejido en la parte dental y se trabaja para la creación de un pegante, con la misma base de tejido porcino, para unir fracturas en el cuerpo humano.
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