jueves, 8 de agosto de 2013

Esclavos del balón


Manifestaciones de futbolistas al inicio de la temporada pone en alerta a los hinchas, directivas y al Ministerio de Trabajo frente a la responsabilidad para creas leyes que los protejan.

Por: Diana Paola Avendaño Sandoval


“La Ley de Futbol”,  un proyecto propuesto por el ministro de trabajo Rafael Pardo, generó protestas en futbolistas colombianos. En la fecha que dio inicio a la temporada de la Liga Postobón 2013-II los jugadores se sentaron en el círculo central de las diferentes canchas del país como evidencia de su oposición no solo a la ley, sino también a la falta de participación en la creación de la misma.


La pelea entre clubes, jugadores y ministro de trabajo Rafael Pardo tiene origen con el caso de Jhonny Ramírez. Éste futbolista, que jugaba en la posición de volante en el equipo del Chicó, era considerado “propiedad” del club pues a ellos les pertenecían sus derechos deportivos. Para desgracia de los jugadores este concepto se les atribuye cuando los clubes tienen un contrato comercial el cual los obliga a pertenecer al mismo sin la posibilidad de renunciar. El año pasado Jhonny se fue en calidad de préstamo y con opción de compra a Millonarios; siendo miembro del equipo “Albi-azul”, el jugador decidió terminar el vínculo con el Chicó porque este club nunca le pagó  oportunamente prestaciones legales como seguridad social, primas y cesantías. Sumado a lo anterior, el equipo afirmaba que este jugador ganaba el salario mínimo, pero en realidad devengaba 9 millones de pesos.

Como resultado de lo anterior, el Chicó decidió demandar al jugador de Millonarios no ante la Justicia ordinaria, sino ante la Comisión del Estatuto del Jugador de La Dimayor, pues consideraba que este había incumplido un convenio laboral que aún tenía con el club. El Chicó exigió una indemnización de  500 millones de pesos por derechos deportivos perdidos y 100 millones por perjuicios. Adicionalmente, en el contrato del  equipo  “Ajedrezado” el jugador estaba obligado a cancelar una multa de 1000 millones si él decidía renunciar. Toda esta plata a un jugador que esta cotizado con el salario mínimo.

El caso Jhonny Ramírez  puso en evidencia una gran cantidad de falencias que tiene la legislación a la hora de proteger a los futbolistas. Como lo afirma la periodista Gisselle Palacios “éste en realidad no es el primer caso, de hecho Acolfutpro ya ha hecho público la situación de más de 9 jugadores que están en la misma situación, el problema es que como éste es un jugador de un equipo ‘importante’ que además los hizo campeones, entonces solo en ese caso se presta atención. Sin embargo, es muy bueno que ya esté en la opinión pública el tema.”

Existen varias miradas no solo ante este caso, sino también frente al proyecto que presentó el Ministerio de Trabajo, liderado por su ministro Rafael Pardo, respecto a la Ley de Fútbol como respuesta de las quejas que se han presentado por la falta de mecanismos legales que protejan a los futbolistas colombianos. Por un lado, los jugadores manifestaron su inconformidad por no contar con su participación a la hora de elaborar esta propuesta; es por esta razón que cuando empezó la temporada (Liga Postobón 2013-II) vimos que todos futbolistas sin importar el equipo se sentaron alrededor del círculo central de la cancha durante unos segundos e hicieron público su inconformidad como gremio.

Las miradas de la ley
Desde el punto de vista jurídico y legal el tema es complejo; inicialmente es válido aclarar que un jugador tiene dos tipos de contrato, uno comercial y uno laboral, hecho que determina no solo el caso de Jhonny, sino también la posición de los jugadores frente a la ley propuesta. El abogado penal de la Universidad del Rosario, Pedro Contreras explica que “desde el punto de vista del contrato laboral  el jugador está en la capacidad de reclamar pues existe un incumplimiento a su contrato laboral; sin embargo, el jugador está sujeto a un contrato comercial, es por eso que el club también puede reclamar. Pero más allá de este caso, el problema real radica en la negociación que  Acolfutpro, la Dimayor, la Federación y los jugadores deben tener. Si bien los clubes no pueden perder plata cuando le invierten a un jugador en toda su preparación profesional, tampoco se puede concebir que sean tratados como esclavos y que se les violen derechos básicos como el de su libertad, por su puesto todo bajo acuerdos legales”.

No obstante a este escenario se le suma un problema que podría ser mayor. Muchos jugadores conocen de qué se trata esta ley y cuáles son sus propuestas, pero otros la desconocen. Es el caso de Luis Carlos Arias, jugador del Independiente Santafe, quien al preguntarle por la ley, responde: “yo en realidad no sé muy bien en que consiste esa ley, algunos compañeros a los que si los han informado son los que nos dicen que debemos oponernos, y por eso es que así no todos entendamos de que se trata, pues igual protestamos porque tampoco vamos a permitir que hagan algo que nos afecte”.

La pregunta aquí es ¿Qué están haciendo lo clubes, la comunidad y los periodistas para informar a sus jugadores respecto a temas tan importantes como estos, y para no permitir más atropellos a quienes ejercen una profesión como cualquier otra. Para intentar darle una posible respuesta Gisselle Palacios, periodista afirma que “el problema también está en los hinchas y en los periodistas, por una lado a los hinchas solo les importa la pelota, los goles y las barras, y se les olvida saber y preocuparse por los jugadores y por su bienestar como personas… y ahí entra un poco el papel del periodistas, pues nosotros tampoco le damos el interés que se debe al resto de temas que también tiene que ver con el futbol… porque los periodistas deportivos muchas veces les aburre el tema legal, no lo entienden y tampoco les interesa entenderlo ”.

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