Por : Julián Celemín @julicelemin
Los ramos y las coronas de flores, muestran un aprecio en la tumba de Pizarro. Las
miradas nostálgicas reflejan un recuerdo imborrable de su imagen.
miradas nostálgicas reflejan un recuerdo imborrable de su imagen.
El 26 de abril de cada año es para la familia Borrero una fecha especial. “Es un día para recordar. No se puede dejar de lado que la esperanza se fue para siempre”, relata Carmen Borrero, que con su mirada nostálgica recuerda la época en la que admiró y creyó en Carlos Pizarro. Como bien lo cuenta Carmen, “él ya muerto comenzó a ser visitado por mucha gente, y eso se refleja en cómo está adornada su tumba. Es prácticamente un patrimonio”.
Como Carmen, habitantes de los barrios Santa Fe, y Teusaquillo, fueron seguidores de Carlos Pizarro, y vieron en él a un líder especial. Su búsqueda incansable por la paz e igualdad lo convirtieron en un símbolo. “Las balas de un paramilitarismo violento” como lo afirmó mediante un comunicado la Fiscalía General de la Nación en 2010, segaron la vida de quien alguna vez fue comandante del M-19.
No es de sorprenderse ver que cada lunes, viernes, o sábado, personas que militaron en el movimiento 19 de abril le hagan un homenaje especial. Las coronas de flores, las plaquetas de agradecimiento, y las serenatas, hicieron del sepulcro de Pizarro un patrimonio del cementerio Central.
En su fecha conmemorativa, se realizan grandes
conmemoraciones alrededor de la tumba de Carlos Pizarro.
serenatas, ex miembros del M-19, y jóvenes curiosos
rodean el seprulco.
El señor Marcos León, un ex militante del M-19 relata que le sorprende ver que a la tumba del comandante lleguen muchas personas, sobre todo jóvenes que sin haber nacido en esa época saben mucho de él. Como lo afirma, “a nosotros como integrantes del M-19 nos alegra y es que aunque no lo crean, el movimiento todavía sigue y seguirá existiendo. Si él en vida fue un líder único, muerto se convirtió en un símbolo de lucha, por eso es que lo visitan mucho”.
Miguel Betancourt, supervisor y funcionario del camposanto, afirma que, “lo atractivo de la elipse central del cementerio, son los personajes que allí están enterrados. Sin embargo la tumba de Pizarro genera en la semana unas 30 y hasta 40 visitas. Los empleados que trabajan en esa parte tienen fichas de seguimiento con respecto a las visitas, y Pizarro es uno de los que más recibe”.
Pequeñas plaquetas adornan la tumba del ex comandante
del M-19. Aquí una de ellas muestra un agradecimiento
en el día de "acción de gracias"
Para la antropóloga de la Universidad de los Andes, Eloísa Lamilla, “los fenómenos que se producen dentro de escenarios como el cementerio Central, se dan a partir del instante en el que esta persona existió. La influencia que en este caso generó Pizarro para la gente fue mucha, hasta el punto de verlo como su héroe, pero nadie se imaginó que fuera a morir tan pronto. A partir de la muerte es que una devoción surge”.
Los recuerdos y las anécdotas han sido cosas que se manifiestan cotidianamente alrededor de la tumba de Pizarro. Tal vez sin darse cuenta, todos aquellos que lo visitan para conmemorar la fecha de su muerte, contribuyeron a que su nombre quedará guardado en el tiempo, y que el destino lo bautizara como “El Hombre de la Espada de Bolívar”.
Los recuerdos y las anécdotas han sido cosas que se manifiestan cotidianamente alrededor de la tumba de Pizarro. Tal vez sin darse cuenta, todos aquellos que lo visitan para conmemorar la fecha de su muerte, contribuyeron a que su nombre quedará guardado en el tiempo, y que el destino lo bautizara como “El Hombre de la Espada de Bolívar”.
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