jueves, 24 de octubre de 2013

Los caballos vuelven a correr


Parque Hipódromo El Rosal.
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“Un buen caballo de carreras se reconoce por su pecho de león, lanza de moro y paso de oso”

Son las 3:00 de la tarde en El Rosal, Cundinamarca. En el hipódromo se escucha el himno nacional y la voz de Álvaro Martínez se dispone a narrar la primera carrera de caballos del encuentro del 19 de octubre. Algunos aficionados miran de cerca a los percherones que se preparan para entrar a la pista, otros almuerzan y leen la Revista Hípica para empezar las apuestas.


Los aficionados a las carreras de caballos en Colombia completaron 26 años sin vivir la emoción de los encuentros que antes se llevaron en escenarios como el Hipódromo de La Villa en Villa de Leyva (Boyacá), los de Techo y los Andes en la capital y el de los Comuneros en Guarne, Antioquia. Pero muchos continúan con la pasión hípica viva y por eso se encuentran los sábados desde hace cinco meses en el escenario de El Rosal.

Largada de la tercera carrera

La carrera comienza puntual, son 950 metros de emoción que en menos de un minuto dejan como primer ganador al caballo Deja la Huella. Desde ya se ve la agitación de quienes apostaron por la trifecta (adivinar los tres primeros puestos en una carrera) 8 / 7 / 5 que deja $98.000 pesos de ganancia por cada $2.000 jugados. Sergio Silva está sentado con la revista que tiene las predicciones para el encuentro de hoy y el histórico de los resultados, este aficionado recuerda los tiempos en los que los premios eran millonarios y los periódicos dedicaban cada lunes una o dos páginas completas al deporte hípico.


Silva ha recorrido cada uno de los escenarios ecuestres en Colombia. Recuerda el hipódromo de los Andes porque “en él llegó a haber más de 1.000 caballos de primer nivel corriendo jueves, sábados y domingos. Era el mejor recinto de Latinoamérica por su alta tecnología y comodidades. Las apuestas eran por tickets electrónicos y podían hacerse en todo el país, lo que era una novedad para la época”. Afirma además que allí se podría vivir la vida de las carreras, controladas por un marcador electrónico en pistas de arena y grama. 

En el encuentro siguiente Contralmirante es el primero en terminar el recorrido de 1.400 metros. En la tercera salida Lucero, la yegua marcada con el número cuatro y una de las favoritas, se escapa antes de la partida dándole paso a Ulises para que sea el ganador. Andrés Leano, propietario de las tierras en donde se encuentra el hipódromo, observa con atención cada carrera, cuida los detalles y se asegura de que cada uno de los caballos del lugar sea tratado como un "niño mimado". En general los caballos del lugar son viejos porque como él lo asegura “aún no contamos con el apoyo de los criadores de Pura Sangre Inglesa (raza de los caballos de carreras) para los encuentros, estamos esperando una respuesta más favorable tanto de la afición como de los dueños de los caballos”.

Ganador quinta carrera
Para aumentar la frecuencia y mejorar la calidad de las carreras se necesita cerca de 400 caballos, hoy solo hay 138. Con ejemplares de dos y tres años de edad podría volverse a vivir un espectáculo como en los años ochenta, cuando se corría el Derby, Pollas de Potrancas y Potrillos y la Triple Corona (premio nacional). En aquella época, recuerda Silva, “se interrumpía la programación de los canales y emisoras para transmitir el minuto y medio de corrida y dejar unos minutos de comentarios posteriores”. La trompeta de hipódromo daba entrada a esas notas y aún se puede escuchar en la partida de cada carera.


Gala de Oro se corona como la ganadora de la cuarta carrera del día, así se escucha a través de la Emisora Kennedy 1430 AM, la única que cubre los eventos ecuestres en la actualidad. La voz de Freddy Domínguez Mercado y los comentarios de Carlos Enrique Rugge reviven en la afición hípica los antiguos años de gloria de este deporte. Rugge afirma que la crisis del deporte hípico se dio por los altos impuestos del gobierno que terminaron quebrando los escenarios ecuestres del país. 


Ya va corrido la mitad del encuentro número 22 de El Rosal, la tarde está soleada lo que favorece a los más de 100 aficionados que allí se encuentran. Catalina, de tan solo 8 años, va cada sábado a acompañar a sus padres, durante la quinta carrera le hace fuerza a Alejandra, una hermosa yegua color café que entra tan solo unas centésimas de segundo detrás de Sin Agüero. Como ella son muchos los niños que van con sus familias a este escenario deportivo y por eso, pensando en que sea un plan familiar, en noviembre se va a abrir el Parque Hipódromo, con más de 13 atracciones.

Caballos en carrera de 1400 mts

Una de las grandes novedades de esta nueva era hípica en Colombia está por empezar, es la primera carrera nocturna de la jornada, algo nunca antes visto en el país. A las 6:20 se encienden las luces del lugar, se da la largada en el partidor automático y el caballo Noche Buena recorre la pista. En las dos tribunas la expectación se hace más grande, las carreras finales son las más prometedoras en premios. Los espectadores pagan $10.000 o $20.000 pesos para entrar al encuentro, una tarifa alta que según ellos, al menos mientras las carreras cogen fuerza, debería reducirse para incentivar la asistencia. 


Este hipódromo puede ser como aquellos en los que, en días gloriosos, se veía a los empresarios más importantes hacer transacciones millonarias, desfilar vestidos con los mejores trajes (que incluso eran premiados con pasajes de Avianca) y ocupar las primeras planas de los periódicos. Pero es cuestión de tiempo y de divulgación para que se cree en Colombia una nueva afición hípica, para que además se inicien las carreras de galgos que le van a dar más fuerza al lugar y la trompeta vuelva a ser escuchada con fuerza.

La séptima carrera ya termina. El gran ganador de la noche es la yegua Escandinava y como afirma Sergio Silva: “aquí no se hace dinero, pero se pasa rico porque la hípica es un espectáculo de unos personajes chiquiticos montados en monstruos de caballos corriendo a 80 km/h que lo transportan a uno por un momento a otro mundo y lo alejan de la realidad”.

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