¿Se atrevería usted a beber un trago de su propia orina? ¿Es capaz de tomarla como dosis de un medicamento para curar cierta enfermedad? Aunque la respuesta a alguna de estasdos preguntas pueda ser negativa, aproximadamente 10 millones de personas en el mundo recolectan un poco de la primera evacuación de orina, la combinan con agua y la beben para mejorar su estado de salud o simplemente mantenerse bien.
La orinoterapía es una práctica poco conocida por la mayoría de los colombianos, afirma Jesith Osorio, médico especialista en medicina alternativa, él realiza este procedimiento con sus pacientes hace 18 años, y si bien aun son pocos que por miedo o asco no se atreven a tomar su propia orina, dice que quienes tienen la valentía empiezan a disfrutar de los beneficios y lo convierten en un hábito.
Un claro ejemplo es el padre Nicolás Montoya quien después de renegar y abstenerse durante años a tomar orina, hoy hace parte de su vida, “La primera vez que lo hice fue horrible, además porque la tome sola, no recuerdo su sabor, casi me vomito, cuando fui al doctor, él me regañó por no tomármela acompañada y además por tomar tanta cantidad, era casi un vaso lo que yo había tomado”, recuerda con risas Montoya, quien hoy recomienda a sus conocidos la orinoterapía como una opción para mantenerse bien, “Si la orina fuera tóxica o peligrosa para el cuerpo humano la unión de Dios y la vida no se daría por medio de las relaciones sexuales”.
Y es que según los estudios y los diferentes tratamientos que el doctor Osorio ha realizado, la orinoterapía es efectiva para tratar ciertas patologías como la hipertensión arterial, la diabetes, la artritis, la artrosis, que a pesar de ser de larga duración, afirma que “El resultado del tratamiento es espectacular, la calidad de vida de las personas mejora notablemente”, Añadiendo que el consumir la orina, genera una especie de vacuna que crea anticuerpos en el organismo y estos luchan con diferentes enfermedades.
Sin embargo, antes de empezar este tratamiento es necesario realizar una serie de exámenes que le permitan al doctor saber si la persona es apta o no para consumir su propia orina. “Lo ideal es hacer parcial de orina, pruebas de función renal y un cuadro hemático para descartar algún compromiso infeccioso en el paciente”, aclara el doctor Osorio, quien añade que el único impedimento para realizarse este tratamiento es que exista una infección o una alteración en el funcionamiento renal que en ocasiones no se da por infección urinaria, si no por tomar en exceso ciertos medicamentos como los antiinflamatorios que afectan el riñón y, por ende, impiden el proceso de la orinoterapía.
Montoya sabe que antes de empezar con el tratamiento se necesita una opinión médica, es por esto que en algunas ocasiones se abstiene de recomendar la terapia “Se que la orinoterapía es algo serio y que no puede empezar a practicarla cualquiera, ni mucho menos tomarla en las dosis que se les antoje, la orina es un medicamento como cualquier otro, necesita ser dosificado y recetado por un doctor”. Según la experiencia de más de 10 años del padre Montoya, tomar su orina no solo lo ha ayudado a mejorar su calidad de vida, además de esto la ha usado para servirle a la comunidad, que muchas veces por falta de dinero no puede acceder a comprar medicamentos que los ayuden a lidiar y curarse de sus enfermedades. Y es que la mayores virtudes de la orinoterapía es su costo, si bien se necesita de una consulta y exámenes previos el precio de esto comparado con el de muchos medicamentos.
Por otra parte el doctor sugiere tomar la orina con agua o jugo, ya que sola y en altas dosis puede generar efectos secundarios los cuales varían de acuerdo al estado de salud de la persona, en la mayoría de las ocasiones quienes abusan del consumo empiezan a sentirse débiles y a empeorar en vez de reflejar cierta mejoría a esto se le conoce como “agravación medicamentosa”. “Yo empecé el tratamiento tomando una gótica de orina mezclada en una copa de agua y en cada consulta el doctor aumentaba la dosis para que esto no me hiciera daño” explica el padre Montoya. La dosis se medica dependiendo del problema de salud que tenga cada paciente y lo que se busque mejorar, el éxito de tomar la orina sus componentes cerca de un 95% es agua y el 5 % restante son sales minerales, acido úrico y la urea que es uno de los mas importantes, puesto que elimina las sustancias tóxicas.
La doctora Ana María Camargo, internista, deja claro que no está de acuerdo con ese tipo de tratamientos “La ciencia ha tenido avances enormes, no es momento de retroceder, sin embargo hoy la gente cree en lo quiere y hay muchas formas para algunos de curar patologías del cuerpo humano. Hasta el momento no se ha comprobado que tomar orina afecte la salud de los pacientes”. Como ella, son muchas las personas que por presión cultural, costumbres y creencias no acceden a estas prácticas.
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